sábado, 25 de abril de 2009

Cambio armas por palabras

Cambio armas por palabras

No todas las armas escupen plomo;
no muchas son largas o cortas;
no todas tienen cargadores visibles.

Las armas que yo te cambio por mis palabras
son aquellas que no se ven, las que no se compran,
no pesan, no se exhiben.

Las armas que intercambio por palabras
son las que lanza la boca, las que laceran corazones,
las que impiden al mundo funcionar.

Cambio actitudes pesimistas,
las que tú conozcas o las que no quieras ver;
cambio tus gestos de enfado, tus puños cerrados,
tus pensamientos negros, tus culpas escondidas.

Deja que esas armas se destruyan con sólo entregarlas;
renuncia a lo que no te sirve, a lo que te amarga,
a lo que te confunde, a lo que lastima,
a lo que lastima a los demás.

Ayuda a los niños a crecer y no permitas que deban,
algún día, ofrecer sus armas a cambio de palabras.

Luisa Ruiz
Tijuana, Baja California

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